En desarrollo una 'App' que localiza los desfibriladores más cercanos
Un equipo de investigadores de Pensilvania (Filadelfia,
Estados Unidos) está trabajando en el desarrollo de una aplicación para el
teléfono móvil que permita localizar la existencia de desfibriladores externos
automáticos (DEA) en los lugares públicos con el fin de conocer la ubicación
del más cercano en caso de necesidad.
Para ello,
reclutaron a trabajadores mediante 'crowdsourcing' (externalizar tareas a un
grupo numeroso de personas o una comunidad, a través de una convocatoria
abierta) con el fin de localizar, fotografiar y ubicar en el mapa de la ciudad,
gracias a una aplicación en el móvil, desfibriladores externos automáticos
situados en lugares públicos. Encontraron más de 1.400.
Los datos recogidos
en la investigación, financiada por la Fundación para la Salud Robert Wood
Johnson y la Sociedad de Programas de Investigación, se utilizarán para crear
una nueva aplicación móvil que permita ayudar a localizar el desfibrilador
externo más cercano en situaciones de emergencia y para que los operadores de
los servicios de emergencia se lo hagan saber a los testigos de un paro
cardíaco mientras llega la asistencia sanitaria.
Aunque los
desfibriladores externos automáticos (DEA) se han vuelto cada vez más
disponibles en lugares públicos, incluyendo gimnasios, escuelas, edificios de
oficinas y tiendas al por menor, "no hay ninguna base de datos
centralizada de sus lugares, y su uso en situaciones de emergencia sigue siendo
baja", explicó Raina Mercante, responsable del estudio y profesor
asistente de medicina en la Universidad de Pensilvania.
Más de 313 equipos
y personas encontraron la ubicación de desfibriladores en más de 500 edificios
en toda Filadelfia, incluyendo gimnasios (19 por ciento), escuelas (16 por
ciento) y oficinas (11 por ciento), en el estudio liderado por Mercante,
presentado en las sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón y
publicado en 'Journal of the American Heart Association'.
"La
desfibrilación rápida es un eslabón esencial para salvar a las víctimas de un
paro cardíaco. Se consigue con los desfibriladores automáticos externos, pero
primero tenemos que saber dónde están --dijo Merchant--. Se estima que se han
vendido un millón de estos aparatos en todo el país, pero debido a que no están
sujetos a las mismas normas de la FDA (agencia estadounidense del medicamento)
como dispositivos médicos implantables, necesitamos un mapa de su
ubicación".
Los investigadores
crearon también el concurso con el fin de investigar si el 'crowdsourcing' es
un proyecto viable para la vigilancia de la salud pública. Según el director
del estudio, la participación del público como "ciudadanos
científicos" puede ayudar a identificar los recursos sanitarios de
emergencia y necesidades, y al mismo tiempo mejorar el conocimiento sobre
ellos.
"Cada
desfibrilador encontrado representa una oportunidad para salvar vidas",
destacó Merchant, quien añadió que el 'crowdsourcing' ha resultado viable para
la identificación de lugares públicos con estas herramientas sanitarias en una
gran ciudad y que la tecnología GPS puede validar los datos de salud
proporcionados por el público.
Fuente: Europapress
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