La hora de los valientes. Artículo de Miguel Trias Sagnier en La Vanguardia



La salida de la crisis es la hora de los valientes. En primer lugar porque nadie está seguro de antemano del horizonte en que se sitúa la recuperación. A toro pasado todo parece evidente, pero quién es capaz de pronosticar ahora si en dos años nuestra economía habrá entrado en fase ascendente o, por el contrario, habremos recaído en una atonía a la japonesa.

Todos podemos hacer nuestras cábalas y formular nuestros personales augurios, pero no podemos fiar a ellos el futuro de los proyectos empresariales y profesionales en los que estamos implicados. Lo que está claro es que el término crisis se presenta en toda su connotación etimológica como momento de cambio y para él debemos prepararnos. ¿Podemos atisbar algunas de las líneas del nuevo escenario en el que la crisis nos ha introducido?

Más allá de la tentación adivinatoria, podemos constatar una serie de factores que se van dibujando con nitidez:

1. Un escenario macroeconómico de bajo crecimiento y altas tasas de desempleo en Europa convivirá con tasas de crecimiento más altas en Asia y Latinoamérica que probablemente se extiendan a lo largo de toda la década que empieza.

2. En el contexto europeo, el marco de crecimiento bajo y fuerte competencia de las economías en desarrollo está llevando a las empresas, una vez concluida la fase de reestructuración financiera, a movimientos de reducción de costes y maximización de la eficiencia.

3. Diversos ejes o drivers actuarán como acelerador del crecimiento: medio ambiente, eficiencia energética, salud, tecnologías de la información. No debemos identificar los ejes necesariamente con industrias, pues atraviesan transversalmente los sectores económicos. El eje energético no sólo se halla presente en las empresas del sector, sino también en la industria del automóvil, en transportes o en la construcción de vivienda nueva. El de la salud afecta al sector sanitario y farmacéutico, pero penetra cada vez de forma más decisiva en la industria alimentaria. Pueden citarse otros ejemplos, pero lo importante es que las empresas que sepan aprovechar las oportunidades que dichos ejes generen serán las triunfadoras.

4. La clave de la competitividad vendrá marcada, bien por el desarrollo de técnicas de gestión imaginativas que potencien la eficiencia y ofrezcan los productos y servicios a un mejor mix entre precio y calidad (modelo low cost)o bien por el desarrollo de tecnologías diferenciales y la atracción de talento capaz de potenciarlas (modelo high tech).Las empresas tienen que elegir entre una u otra vía.

Como he dicho, es la hora de los valientes. Es el momento de dar carpetazo a la zozobra, fijar una estrategia decidida y apostar por ella a fondo. Los líderes que sepan formularla e infundir fe en el proyecto serán los capaces de movilizar los mejores recursos humanos y materiales.

Autor: Miguel Trias Sagnier. Catedrático de Derecho Mercantil de Esade (URL).

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