El Liderazgo existe, la labor de Guardiola - Artículo publicado el pasado 28 de julio en el Mundo Deportivo


El Barça ganó la pasada Liga. En cualquier caso e independientemente del resultado final, Pep Guardiola desarrolló un ejercicio permanente de sentido común y coherencia. Aunque ya en 1951 Charles Gragg, profesor de Harvard, escribió un articulo titulado 'El sentido común no se puede enseñar', yo casi diría que sí que se puede enseñar aunque no sé si se quiere aprender.

De la gestión y dirección del equipo por parte de Guardiola destacaría algunos aspectos de fácil extrapolación a la gestión empresarial. En este sentido, cabe destacar su cultura del esfuerzo ("Perdonaré que no se juegue bien pero no que no se esfuercen", Pep Guardiola dixit), una cultura a compartir como mecanismo para sobreponerse a coyunturas de crisis como la actual.

La innovación ha sido otra constante en su modelo de gestión, modernizando el estilo de juego, gestionando los momentos previos de los encuentros con nuevos planteamientos como la videomotivación que utilizó antes de saltar al campo a jugar la final de la Champions en Roma. Un vídeo con imágenes, música y sólo tres frases. Un ejemplo de cómo integrar las emociones en la dirección. Liderar es hacer y sentir, es hacer sentir, es activar el motor emocional que guía el comportamiento de las personas de forma positiva. Algo tan evidente como frecuentemente omitido e ignorado por parte de top managers empresariales.

Hacer ilusionar al personal y a los clientes. Contagiar entusiasmo y ganas. Ir más allá. Apasionarse y apasionar es lo que marca la diferencia entre la excelencia y la mediocridad. Nada es sobresaliente sin pasión por lo que se hace. Ilusión y pasión, dos aspectos demasiado olvidados en las empresas que no dejan disfrutar. "Disfrutar porque así se suele ganar", como decía Cruyff. "Salid y disfrutad" es lo que deberían decir muchos directores porque el que no disfruta ya no debería salir porque no va a satisfacer al cliente, porque no va a marcar la diferencia positiva.

Ante la fácil reproductibilidad de los productos que desde China se nos enseña, posiblemente deberíamos destacar la importancia de las personas en la generación de ventajas competitivas. En este sentido, la capacidad de este entrenador para atraer y fidelizar talento con un proyecto basado más en la cantera que en la cartera, con acentuada promoción interna desde 'La Masía', con un modelo y unos valores que se convierten en parte de la retribución más allá de un mercenario salario. "El secreto está en el talento de los futbolistas y en el trabajo duro, no hay más", PG. A todo esto le suma una obsesión por la mejora, una gestión de la calidad del producto ofrecido buscando juego, espectáculo y resultado. "Aunque sigas ganando, siempre tienes que mejorar", Pep Guardiola dixit. Una gestión de la calidad es cuestión de detalles como la fiesta que organizó Guardiola en la playa del hotel Sangri-la para los futbolistas y sus familiares antes de la final del Mundial.

Lo importante es saber qué es importante. Pep ha demostrado saber dos cosas que paradójicamente muchas empresas olvidan aunque sea esporádicamente: una, la orientación al cliente. "Jugamos para la gente", repite el míster blaugrana; y la otra es la gestión de la eficacia dirigida al resultado, la ambición de logro, las ganas de éxito. ¿El secreto del éxito? El secreto del éxito es que muchas veces no tiene secretos, lo cual no quiere decir que sea fácil llevarlo a cabo. Aunque como dice el propio Guardiola, "haciendo lo mismo, las cosas podían no haber sido así". Pero en cualquier caso el éxito es hacerlo así de bien

Autor: Martín Vivancos. Profesor de Marketing de EADA.
Fuente: El Mundo Deportivo

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